Eclesiastés 7.13-14 es una joya …

¿Quién de nosotros puede decir lo que traerá el futuro?Ante el futuro somos impotentes.¿Qué nos traerá mañana? ¿abundancia? ¿escasez? ¿trabajo? ¿paro? ¿prosperidad? ¿adversidad? ¿alegría? o ¿pena? Stg 4.13-17 dice, «Oíd ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia. Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana. Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Más bien, debierais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestra arrogancia; toda jactancia semejante es mala. A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.»

Pues, miramos en Ecl 7.13-14 que dice, «Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.»

Pffff …. pues ¿quién podrá enderezar lo que él torció? ¿Ocurren cosas en la vida que si pudiéramos cambiar las cambiaríamos? Pregunto: ¿A lo mejor sea mediante nuestros enfadados, o con nuestras ansiedades, o nuestra amargura intentemos enderezar lo que Dios torció en nuestra vida?

Pues, cuando dice que Dios tercia, no quiere decir que Dios es malo y obra para fastidiarnos. No refiere a la corrupción política, ni a las injusticias morales que hacen los hombres pecadores. Mas bien se refiere a la adversidad que ocurre en nuestra vida.

Es como dijo nuestro hijo un vez cuando hemos experimentado algo desesperado, “la vida ocurre.”

Ecl 7.13-14 nos exhorta ver nuestra situación, sea recta o sea torcida, como bien hecha y endurecida en la mente de Dios.

1 Co 13.12 dice, «Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.»

La ley, los profetas, los Salmos y los Apóstoles testifican que el Señor dirige en amor según su sabia providencia todas las obras bajo el sol y todo el universo con todos sus misterios. La providencia de Dios es misteriosa y demasiada maravillosa ¿quién la puede entender?

Cuando el Salmista, anunció antemano los sufrimientos del Cristo dijo en el Salmo 118.21-24, «Te alabaré porque me has oído, Y me fuiste por salvación.  La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo. De parte del SEÑOR es esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos. Este es el día que hizo el SEÑOR; nos gozaremos y alegraremos en él.»

La percepción humana de la justicia no es medida según la medida de Dios. Después de sufrir su locura, el rey Nabucodonosor confesó en Dn 4.35, “él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”

Más bien Dios es su propio intérprete de lo que hace según Isa 45.21, que dice, «proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo el SEÑOR? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.»

Cuando Dios pregunta, «¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo el SEÑOR?» quiere decir que las obras De Dios desde el principio son desconocido al hombre menos que Dios mismo lo revele.

Existe un himno por Guillermo Cowper que se llama, <Él esconde un rostro sonriente>.

La última estrofa dice, «La incredulidad ciega yerra con toda seguridad, Y escudriña su obra en vano; Dios es su propio intérprete, Y es Él quien nos lo explicará todo.

A la luz de Ecl 7.13-14 pregunto, ¿Quién de nosotros puede decir lo que traerá el futuro?

El Predicador de Eclesiastés quiso que Israel lo entendiera que el futuro es desconocido al hombre bajo el sol (Ecl 3.11; 8.17; 11.5).

Ecl 7.13-14 no ignora el dolor en la adversidad, sino nos llama a considerar … «Dios hizo tanto el día bueno como el día de adversidad, a fin de que el hombre nada halle después de él.»

Job 2.10 pregunta, «¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?»

Si no sabemos lo que el futura será, solo podemos ponernos bajo la mano poderosa y amorosa de Dios y confiar en el Señor a que pertenece el futuro.

El Salmista dijo el siguiente a un pueblo destrozado y llevado a la cautividad lejos de su tierra en el Sal 91.4, «Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.»

Confiamos en los propósitos de Dios, sabiendo que en el peor día, el día en que Jesús fue crucificado, el Dios Padre ha dado esperanza y gozo a muchos.

Pablo dijo en Ro 8.28, «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.»

y el Predicador dice en Ecl 12.13-14, «El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.»

Este es las buenas nuevas que la nueva iniciativa de la iglesia protestante en El Ensanche de Vallecas anuncia a todo hombre y mujer; niño y niña.  El mensaje que Jesucristo es el Hijo de Dios que vino para identificarse con los que le aman y para dar su vida en rescate de muchos.

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